Alerta consumidor Audi

Bienvenidos a mi espacio personal, donde comparto mi historia como consumidor tras adquirir un vehículo Audi etron de gama alta en 2024. A través de artículos detallados, expongo los desafíos enfrentados en un proceso judicial aún en curso, las tácticas dilatorias de Porsche Inter Auto Chile SPA y sus representantes legales, y cómo estas prácticas afectan los derechos del consumidor. Mi objetivo es advertir a quienes planean comprar un auto sobre lo que podrían enfrentar, ofreciendo una perspectiva honesta y basada en mi vivencia. Explora mi caso, reflexiona sobre tus decisiones de compra y únete a la conversación dejando tus comentarios.

Aprende de Mi Caso

Audi Zentrum Chile:
Un caso real de incumplimiento a la Ley del Consumidor

Falta de TransparenciaAmateurismo

Falta de Transparencia
Declaraciones del Técnico Master

Gustavo Gaete, jefe de centro, afirmó el 8 de abril de 2025 que el sonido en los frenos es "algo de confort" y "todos los vehículos suenan al frenar". En contraste, Ivana Postigo, vendedora de seminuevos, dijo el 17 de mayo de 2025 que un e-tron idéntico "no presenta ningún ruido anormal". Esta contradicción interna del concesionario genera dudas sobre la transparencia y coherencia, afectando la confianza del consumidor en un vehículo de gama alta.

El primer informe técnico, Audi Zentrum señaló que el crujido en los frenos del vehículo se debía a "óxido en las pastillas", sugiriendo un problema menor. Sin embargo, omitieron que también había óxido en los discos de freno, un componente crítico para la seguridad. Esta falta de transparencia generó dudas sobre la calidad del servicio técnico y su compromiso con la verdad, afectando la confianza del consumidor.

Manuel Olivares, técnico master, afirmó en la audiencia del 8 de abril de 2025 que el crujido en los frenos del Audi e-tron Sportback 55, un vehículo eléctrico, es "normal" y comparable a un auto de combustión con transmisión automática debido al "efecto pega-despega". Sostuvo que este ruido estará "siempre presente" sin afectar la seguridad. Esta normalización resulta cuestionable, ya que un vehículo de gama alta debería ofrecer silencio y confort, generando dudas sobre la idoneidad del diagnóstico técnico.

La Contradicción de la Vendedora
Malas Prácticas de sus Vendedores

Antes de mi compra en 2024, el servicio técnico y Felipe Castillo inspeccionaron mi Audi A5 (vehículo en parte de pago), afirmando que las pastillas de freno estaban gastadas para reducir su valor de toma. Esto era falso: las pastillas se cambiaron hace dos meses en un concesionario Audi oficial. Al informarlo, Castillo reconoció el error, pero esta práctica sugiere una intención de devaluar injustamente mi vehículo, afectando la transparencia esperada en una transacción de gama alta, y dejando dudas sobre la ética del concesionario en el proceso.

¿Cómo puede ser posible que el personal de un concesionario oficial de una marca prestigiosa como Audi tenga la desfachatez de indicar que un sonido, capaz de afectar la conducción, se relacione más con un problema de confort? Me parece grave que quienes representan una marca conocida por entregar confort, tecnología y una marcha refinada en todos sus vehículos no estén alineados con esos principios. En mi experiencia, en lugar de abordar este inconveniente, prefieren evadir toda responsabilidad, normalizando fallas que comprometen la confianza del consumidor. ¿No debería una marca premium priorizar la seguridad y la satisfacción por encima de excusas? Esta contradicción me lleva a cuestionar la ética detrás de estas prácticas y a advertir a otros sobre lo que podrían enfrentar al confiar en tales servicios.

Mi Historia con Audi Zentrum

El 10 de septiembre de 2024 viajé desde La Serena a Santiago con el objetivo de comprar un vehículo eléctrico, específicamente el Audi e-tron, motivado por la excelente experiencia que tuve en la prueba de manejo de una unidad de demostración, la cual destacó por su suavidad, silencio y confort. El vendedor Felipe Castillo me informó que las mantenciones preventivas solo se realizaban en Santiago, lo que no representó un problema en ese momento, ya que suelo viajar a esa ciudad por motivos familiares. Sin embargo, nunca se me advirtió sobre posibles fallas o reparaciones frecuentes. Finalmente, concreté la compra por 70 millones de pesos, pagando una parte en efectivo y entregando mi Audi A5 Sedán como parte de pago, el cual fue desvalorizado injustamente por un supuesto desgaste en las pastillas de freno, a pesar de que habían sido cambiadas recientemente en un concesionario oficial, situación que el mismo vendedor reconoció como un error. Compré el vehículo a nombre de mi empresa para mantener orden en la contabilidad, aunque no pretendía usarlo con fines empresariales. El 12 de septiembre retiré el vehículo junto a mi pareja y notamos inmediatamente un sonido áspero y un vaivén de la carrocería al frenar, aunque inicialmente asumí que era parte del asentamiento normal de los frenos. Sin embargo, el 14 de octubre, tras empeorar los síntomas, contacté a Alejandra Torrejón del concesionario, quien coordinó una revisión técnica. El 16 de octubre dejé el vehículo en el servicio técnico en Santiago, donde el técnico Manuel Olivares, pese a probar el auto conmigo y constatar los ruidos y movimientos, insistió en que era normal y comparó el comportamiento con el del vehículo de demostración, que también presentó los mismos síntomas. Esta explicación, lejos de tranquilizarme, incrementó mi frustración, pues esperaba una solución concreta. El 22 de octubre volví a Santiago y exigí un vehículo de reemplazo, el cual me fue otorgado tras invocar la Ley Pro-Consumidor. El 23 me reuní con Alejandra Torrejón y el jefe de servicio Gustavo Gaete, quien confirmó, con el diagnóstico del especialista Carlos Candia, que el vehículo tenía un comportamiento anómalo, y propuso reemplazar las pastillas de freno. Acepté la reparación con la condición de que, si el problema persistía, exigiría la devolución del vehículo según lo establece la Ley del Consumidor, condición que ambas partes aceptaron. El 24 de octubre retiré el vehículo, pero el problema continuaba. Aun así, decidí esperar el periodo de asentamiento de las nuevas pastillas. El 11 de noviembre, tras recorrer más de 800 km, informé al jefe de servicio que los ruidos y movimientos persistían, y ahora se sumaba un chillido al frenar. Para respaldar mis palabras, envié un video grabado por mí. El 20 de noviembre llevé el auto nuevamente a Santiago para su segunda reparación y se me entregó un vehículo de reemplazo sin inconvenientes. Finalmente, el 22 de noviembre, el señor Gaete me informó que habían encontrado partículas extrañas incrustadas en una pastilla de freno, lo cual generaba el chillido y el frenado áspero. Al reflexionar sobre toda esta experiencia, me resulta inaceptable que un vehículo nuevo de alta gama, por el cual pagué 70 millones de pesos, presente fallas desde el primer día y requiera visitas constantes al servicio técnico, sin recibir soluciones definitivas. ¿Es razonable que unas pastillas de freno sean tan vulnerables a elementos del entorno? ¿Se puede considerar normal esta experiencia en una marca que promete calidad, confort y excelencia? Para mí y mi familia, esta compra ha significado frustración, inseguridad y decepción, muy lejos de lo que esperábamos.

En mi lucha por hacer valer mis derechos como consumidor tras adquirir un vehículo eléctrico de gama alta en 2024, siento que estoy viviendo una historia moderna de David contra Goliat. Soy como David, un pequeño emprendedor detrás de Importadora Upmovil SpA, armado solo con la verdad y la determinación de buscar justicia. Frente a mí está Goliat, una poderosa empresa automotriz con vastos recursos y un equipo de abogados que, en lugar de enfrentar los problemas, opta por tácticas dilatorias y normalizar defectos técnicos, como el crujido en los frenos que me afecta. Mientras ellos intentan intimidar con argumentos superficiales y demoras procesales, yo me mantengo firme, confiando en que la transparencia y la defensa de los derechos del consumidor pueden vencer incluso al gigante más imponente. Al igual que David usó su honda con precisión, yo uso mi voz y mi caso (Rol N° 728-17-2025) para demostrar que los consumidores, por pequeños que parezcamos, tenemos el poder de exigir lo que nos corresponde. ¿Podrá este David moderno derrotar a Goliat? Mi historia sigue en curso, pero invito a otros a unirse a esta lucha por la justicia y la responsabilidad empresarial.

Mi Batalla por los Derechos del Consumidor: Una Historia de David contra Goliat

Cómo los Abogados de Audi Zentrum Buscan Dilatar un Proceso Judicial para Evadir la Ley del Consumidor

El 8 de abril de 2025, los abogados de Porsche interpusieron una excepción dilatoria de incompetencia absoluta, cuyo único propósito aparente es intentar sacar la causa del tribunal que la conoce actualmente, con la excusa de que Importadora Upmovil SpA no tendría calidad de consumidor. Según ellos, al haber sido la empresa la que figura en la factura de compra del vehículo, esta es automáticamente un "proveedor", no un consumidor, y por lo tanto, la LPC no aplicaría y el Juzgado de Policía Local sería incompetente para conocer la causa. Esta interpretación no solo es errónea en términos legales, sino que demuestra una preocupante falta de respeto por los principios de buena fe procesal y el verdadero espíritu de la ley. La Ley del Consumidor es clara al señalar que las personas jurídicas también pueden ser consideradas consumidoras, siempre que el bien adquirido no se destine al ejercicio de una actividad empresarial o profesional. En mi caso, el Audi e-tron fue adquirido para uso final: transporte personal y familiar, no para el giro de Upmovil, que es la importación y comercialización de productos electrónicos, como celulares. El vehículo nunca fue utilizado con fines comerciales, logísticos ni publicitarios, lo que hace evidente que se trata de una adquisición protegida por la LPC.

Un Llamado de Alerta a los Consumidores de Audi

Mi experiencia con Audi Zentrum y sus abogados es un llamado de atención para quienes consideran adquirir un vehículo en este concesionario. Si bien la marca Audi se asocia a calidad y prestigio, mi caso demuestra que cuando surgen problemas, el respaldo prometido se diluye y se transforma en una defensa férrea de los intereses económicos de la empresa, incluso recurriendo a tácticas legales de dudosa ética.

Hoy, más de ocho meses después de haber adquirido el vehículo, aún no recibo una solución satisfactoria, y debo enfrentar un proceso judicial innecesariamente complejo, no por la dificultad del caso, sino por la estrategia de quienes intentan evitar la aplicación de la ley. ¿Es este el nivel de profesionalismo que uno espera de una marca de alta gama?.

Invito a quienes están evaluando una compra similar a reflexionar sobre lo siguiente: ¿Qué respaldo tendrás si tu vehículo presenta un defecto? ¿Estás preparado para enfrentar una defensa jurídica que busca eludir sus obligaciones? ¿Conoces tus derechos como consumidor, incluso cuando compras a través de una empresa? En mi caso, seguiré adelante hasta que se haga justicia y se reconozca lo evidente: que la Ley del Consumidor está para proteger también a los pequeños empresarios cuando actúan como consumidores finales.

La sorprendente contradicción entre el Técnico Máster de Audi Zentrum y la información oficial del e-tron

Detecté una contradicción relevante entre la declaración de Manuel Olivares (Técnico Máster de Audi) durante la audiencia del 8 de abril y la información oficial publicada en el sitio web de Audi Zentrum, lo que puede fortalecer mi posición como consumidor. En su testificación, Olivares afirmó que el crujido en los frenos del Audi e-tron es un fenómeno normal en vehículos con transmisión automática, explicando que al estar en “directa”, el vehículo intenta avanzar mientras las pastillas de freno lo retienen, generando el ruido por un efecto que denominó “pega-despega”. Sin embargo, según la sección de Preguntas Frecuentes del modelo Audi e-tron en el sitio web oficial de Audi Zentrum (https://audizentrum.cl/electromovilidad-preguntas-frecuentes/), dicho modelo no posee función de avance lento como los vehículos automáticos convencionales, y solo se mueve al presionar el acelerador, lo que forma parte de su diseño para una conducción más eficiente con un solo pedal. Esta diferencia evidencia una inconsistencia clara: si el e-tron no intenta avanzar por sí solo, como sostiene la fuente oficial, no debería producirse el fenómeno “pega-despega” que describe Olivares, lo cual pone en duda la validez técnica de su explicación. Esta contradicción puede interpretarse como una falta de conocimiento técnico específico por parte del perito o un intento de normalizar un defecto con argumentos incorrectos, lo que podría configurar una infracción al artículo 3 letra a) de la Ley de Protección al Consumidor, al no actuar con la debida transparencia en la entrega de información al consumidor.

A la luz de esta contradicción evidente entre lo declarado por el Técnico Máster de Audi Zentrum y la información oficial publicada en su propio sitio web, cualquier usuario que tenga un vehículo Audi debería cuestionarse seriamente si está llevando su auto al lugar correcto para recibir una mantención técnica confiable. Si un profesional que ostenta el máximo rango técnico dentro del concesionario entrega una explicación errónea —y además contraria a lo que la propia marca comunica al público—, resulta legítimo poner en duda no solo su idoneidad profesional, sino también el nivel de capacitación técnica que Audi Zentrum estaría entregando a su equipo. En un vehículo de alta gama como un Audi, los diagnósticos incorrectos pueden derivar en daños costosos, riesgos de seguridad y una pérdida de confianza irreparable. Por eso, frente a este tipo de inconsistencias, es razonable que cualquier cliente se pregunte: ¿estoy dejando mi vehículo en manos verdaderamente capacitadas?

¿Vale la pena comprar un Audi en Chile? Mi experiencia con un e-tron nuevo y el costo del error

En septiembre de 2024 compré un Audi e-tron Sportback 55 nuevo, con la esperanza de adquirir un vehículo de alta gama confiable. Sin embargo, a poco andar comenzaron a notarse defectos graves: crujidos y vaivenes al frenar, que restaban seguridad y confort en cada trayecto. A pesar de múltiples revisiones técnicas, Porsche Inter Auto Chile SpA no entregó una solución concreta, obligándome a presentar una demanda para solicitar la devolución del dinero pagado: $70.000.000. A eso se suman más de $3 millones en gastos por traslados a Santiago desde La Serena, peajes, bencina y molestias que han afectado directamente a mi familia. Desde noviembre de 2024, debí arrendar un vehículo alternativo —un Hyundai i10— pagando más de $600 mil mensuales, gasto que ya supera los $6,7 millones y sigue acumulándose mientras el juicio sigue su curso. Como si fuera poco, el 8 de mayo de 2025 también tuve que pagar el impuesto al lujo por el Audi, por $1.182.779, pese a que no tengo el vehículo en uso. El total de perjuicios ya supera los $81 millones y la causa sigue en tribunales. Todo esto por un vehículo defectuoso y una respuesta negligente por parte de Porsche. ¿La lección? Pensar dos veces antes de confiar en una marca solo por su prestigio. Comprar un Audi en Chile puede terminar siendo un problema más que un privilegio.

¿Frenado rasposo en el Audi e-tron? ¡Todo apunta a los discos de freno,
no a las pastillas!

En octubre de 2024, mi Audi e-tron fue llevado a servicio técnico por un sonido rasposo al frenar. El informe indicó óxido en las pastillas de freno, las que fueron reemplazadas sin mayores reparaciones. Sin embargo, dos técnicos de Audi – Gustavo Gaete y Manuel Olivares – declararon en abril de 2024 que el óxido estaba en los discos, no en las pastillas. Esta contradicción es crítica: las pastillas no se oxidan por su composición, mientras que los discos sí, especialmente si hay defectos en el recubrimiento o mala calidad del material. El informe omitió por completo esta información, evitando así reconocer una posible falla de fábrica en los discos. Cambiar solo las pastillas fue una solución superficial y más barata, que no resolvió el problema de raíz, como se evidenció al reaparecer el ruido tras solo 1.000 km. La omisión sugiere una estrategia para minimizar costos y evitar asumir la responsabilidad de un defecto mayor, lo cual podría haber derivado incluso en la devolución del vehículo conforme a la Ley del Consumidor. ¿Negligencia, amateurismo o encubrimiento? Las evidencias apuntan a que el verdadero problema nunca se quiso abordar.

SERNAC y Juzgado de Policía Local
Tus Aliados para Defender tus Derechos

Tras adquirir un vehículo eléctrico de gama alta en 2024 y enfrentar problemas técnicos que derivaron en el caso judicial Rol N° 728-17-2025, he aprendido lecciones valiosas que quiero compartir para proteger a otros consumidores: documenta cada etapa de la compra, desde la inspección inicial hasta las reparaciones fallidas, exige claridad en los informes técnicos y verifica el historial del concesionario, como lo hice al descubrir la omisión de óxido en los discos de freno en mi primer diagnóstico; estas medidas me han respaldado en mi lucha contra tácticas dilatorias. SERNAC se convirtió en mi primer aliado al presentar un reclamo en 2024 que inició una mediación, enseñándome mis derechos bajo la Ley N° 19.496, como exigir información veraz y reparaciones adecuadas, mientras su herramienta "SERNAC Facilita" ofrece una vía para resolver disputas sin tribunales; actuar con su apoyo fue crucial. El Juzgado de Policía Local ha sido igualmente esencial, al aceptar mi demanda y permitir que la Ley del Consumidor se aplique a mi caso como pequeña empresa consumidora, enfrentando excepciones dilatorias con firmeza; su rol garantiza acceso a justicia para casos como el mío. A mayo de 2025, mi proceso sigue en curso, con la audiencia del 8 de abril donde se normalizó un defecto como "confort", y aunque espero resolución, cada lección —conservar pruebas, paciencia legal— me fortalece; te invito a seguir las actualizaciones en este blog para aprender y defender tus derechos con estos aliados.

Contáctame

Si llegaste hasta aquí, gracias por tomarte el tiempo de leer mi experiencia. Todo este proceso, aunque agotador, me permitió aprender muchísimo sobre nuestros derechos como consumidores y cómo hacerlos valer ante grandes marcas como Audi. Hoy puedo decir con seguridad que tengo la experiencia necesaria para orientarte si estás pasando por una situación similar, sin importar la marca de tu vehículo. Si necesitas ayuda, asesoría o incluso un buen abogado para llevar tu caso, no dudes en escribirme. Estoy feliz de ayudarte. Puedes contactarme directamente a través de este formulario.